El reto consistía en transformar una antigua nave industrial en un entorno de trabajo moderno, flexible y luminoso. Apostamos por una planta abierta, con divisiones acristaladas que favorecen la transparencia y la comunicación entre equipos.
La intervención se centró en maximizar la luz natural, incorporar soluciones sostenibles y crear zonas comunes que potencian el bienestar laboral. Cada detalle —desde el mobiliario a medida hasta la iluminación ambiental— refuerza la identidad de la empresa y su cultura de innovación.